Primero cena, después descanso ~

Tema: Primero cena, después descanso ~ Jue Dic 18, 2008 1:04 am

Aquella nublada tarde ya había cumplido con mi deber de llevar el grupo de humanos al palacio, para deleite de nuestros superiores. Esta vez, me aseguré de que todos los incautos turistas tuvieran algo en especial. Una buena personalidad, belleza, presencia, altivez, dinero, o algo que no los hiciera tan comunes. Aro me había agradecido por aquellos particulares especímenes, pero mi búsqueda había sido gustosa. Inhalar su aroma especial había sido más que reconfortante una vez que logré beber la sangre de un apuesto muchacho. Hasta me había causado lástima la forma en que me miraba mientras me acercaba a él. Como tantos otros, había puesto suus ojos en mi, y eso le habia salido caro. Bastante caro, como su vida. Pero en fin, él no era más que mi alimento, o juguete quizás, y debía tratarlo como tal. Luego del 'banquete' del palacio, ya había oscurecido, y por ende había decidido salir a dar una vuelta bajo la luz de la luna llena.
Así era como me encontraba en la Piazza Dei Priori. Caminando con delicadeza y garbo excepcionales, iba sin rumbo, mientras veía ojos curiosos seguirme, o escuchaba lo que para ellos pretendía ser un cuchicheo. Lástima que no les servía, no conmigo. Escuchaba a la perfección sus alabanzas, y sus comentarios envidiosos. Éstos últimos generaron una sonrisa ladeada en mis porcelánicas facciones, aquella que me daba un aspecto divino y angelical, sumamente engañoso y, en consecuencia, peligroso. El sonido que mis tacos producían era como música para mis oídos, marcaban un ritmo, un porte delicado. Y pensar que había sido la melodía de muerte de muchos. Sin rodeos, me aproximé a la banqueta más cercana. No estaba cansada y no necesitaba sentarme, en aboluto, pero aquella era una conducta humana con la que solía disfrazarme. Crucé mis níveas piernas con gracia, apoyando ambas manos sobre la porción de rodilla descubierta a la que mi falda negra daba lugar. Mis ojos se clavaban en alguna que otra persona que pasaba frente a mi, y podía notar con diversión cómo un leve escalofrío los recorría de punta a punta. Y pensar que ni siquiera sabían lo que yo realmente era.

Tema: Re: Primero cena, después descanso ~ Jue Dic 18, 2008 5:02 am

Me senti satisfecha por el gran banquete que nos habia traido Heidi para nosotros y nuestros maestros ella siempre tan exquisita al momento de elegir nuestra "fuente de proteinas", siempre despues de aquel agradable momento me sentia satisfecha llena de vida, me gustaba ese sentimiento, ¿es que acaso ya me habia convertido en un verdadero moustro?, me gustaba ver el terror en la cara de aquellos simples mortales en el momento de comensar con la matansa, para mi era diversion, pobres tontos esos eran mis pensamientos siempre a merced de nuestros encantos y heidi si que los tenia"jajajajaja pobres incautos" ese fue mi pensamiento.

Me agradaba pasiar despues de aquello pero lo debia hacer ya muy entrada la noche, ya que nuestra piel de porcelana y brillo de diamante llamaria la atencion de cualquiera, ademas que podria producir cierta molestia en mis queridos maestros, Aro, Cayo y Marco siempre me senti agradecida hacia todos, pero mas hacia Aro me sentia atraida hacia el era tan frio y elecuente le encantaba tener el poder sobre todos, al igual que a mi, al salir de la comodidad de la torre y el castillo, me encamine hacia la plaza piazza dei priori, todos los humanos al verme volteanban valla eso tambien me agradaba, ensanchaba mi sonrisa y mi ego al darme cuenta de esto, estaba congelada en mi cuerpo de pre- adolecente, tan joven y bella, algunos me veian mas hermosa que un angel tallado por el mismo botecelli, jajajaja si esos incautos supieran q el trataba de plasmarme alli con mas edad.

Al pasar al lado de unos jovenes pude darma cuenta que estos hablaban de alguna mujer de belleza escepcional que recien habia pasado por alli, vestida de manera muy sensual y de caminar unico, me rei, pero despues me percate de algo ellos la describian, de piel palida, hermoso cabello. y ojos color violeta si sus ojos no les habia metido, largue una carcajada, de mi garganta salio una voz musical que llamo la atencion de los hombres que hablaban obviamente de Heidi, ellos tambien me miraron asorados-mira a esa belleza que va alli es tan solo una jovencita pero al crecer sera todo un angel-esto lo dijo uno de los hombres en un cuchicheo-un angel ya es solo que no a crecido, es hermosisima una diosa romana la ompararia con la misma afrodita-sonrei ante este echo, segui caminando, y me fije que en aquella enorme plaza se encontraba una joven que yo conocia muy bien-causando estragos por la plaza mi querisima Heidi?-no espere a que me respondiera he invediatamente- como estas la cena si que estuvo maravillosa muchas gracias por preparar ese gran banquete

Tema: Re: Primero cena, después descanso ~ Vie Dic 19, 2008 2:27 am

Pero por Aro, Cayo y Marco, ¿es que acaso aquellos insignificantes humanos mortales no cerrarían la boca de una buena vez? Estaban bien un par de adulaciones, ni siquiera me molestaba la envidia, pero ya los comentarios babosos empezaban a sacarme de quicio. Bien que me hubiera encantado saltarles a la yugular, y ver reflejados el horror a causa de que fuera aquella angelical y despampanante dama quien los estaba sentenciando a morir. Sonreí con malicia a nadie en particular, y representar la escena en forma mental había calmado un poco mi negro humor. Si no fuera porque estaba saciada, lo hubiera pensado dos veces. Al fin y al cabo, ya era de noche, y nadie se sorprendería si dos hombres anduvieran al acecho de una hermosa joven. La acorralarían en algún oscuro callejón y que Dios se apiadara de su destino. Pero ahí es donde se equivocaban respecto a la delicada rubia. Ella hubiera salido triunfante de la oscuridad, y nadie jamás volvería a ver a aquellos desagradables humanos. Ser bella en forma deslumbrarte tenía un sinfín de ventajas, y yo sabía aprovechar cada una de ellas.
Mis relucientes ojos se fijaron en el cielo esta vez, buscando la luna reinante, esa que le daba el brillo de una suave perla a mi marmórea piel. Me hubiera encantado ver por mi misma como la luz lunar incidía sobre mis pupilas, arrancando sádicos destellos rojizos justo ahora que la sangre que había ingerido era reciente. Y aún así, seguía siendo un ángel; un ángel caído. En eso, un aroma levemente conocido me sacó de mi ensimismamiento, provocando que girara el cuello de manera sutil, para poder olisquear mejor en la susodicha dirección. Sí, efectivamente, podía oler a otro vampiro no muy lejos, a escasos metros de mi. Unos 15, o 10 tal vez. Esperé a conocer sus movimientos aún sentada allí, disfrutando de las estrellas nocturnas. Luego, una cantarina voz se coló por mis perfectos oídos.
Sonreí de lado en forma misteriosa al escuchar su primer pregunta, dejando que continuara. Una vez acabó de hablar, despegué mis rosáceos labios con suavidad para formular la respuesta-No lo agradezcas, querida Jane, es mi trabajo-comenté, provocando, otra vez, que varios transeúntes voltearan al escuchar mi meliflua y delicada forma de hablar. Pero giraban bruscamente a su posición original cuando mi felina y gélida mirada se encontraba con la suya-Además, me he divertido de lo lindo, quería variar un poco esta vez-agregué, con aquellas campanas que tenía en lugar de cuerdas vocales, sonriendo con marcada suficiencia.